Siervo de Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios...

Ro 1:1
"Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,"

Hoy volví sobre un tema que me encanta, y me di cuenta que era necesario que retornara a él apenas pudiera.

Recordé que tenía una deuda conmigo mismo y que debería pagarla cuanto antes. Así que tendré un tiempo para hacer de mis devocionales, otra vez, un estudio de mi vida a través de la epístola a los Romanos.

Empieza, el apóstol Pablo, presentándose. Su primera frase no es sobre sí mismo, sino sobre la relación que tiene con nuestro Señor Jesucristo. Ser un "esclavo" de Jesús es el inicio de un consolidado teológico brillante.

Y es que no debe haber un principio más fuerte en toda la literatura antigua. Y, aún así, demuestra que no es el autor de la epístola el que más importa en este trabajo.

El jefe es otro, es Jesús.

Y mi relación con Él debe ser la misma que mantuvo Pablo: debo ser como un "esclavo" de Jesucristo, un esclavo comprado con amor y sangre, un esclavo alegre de su Señor, un esclavo que representa a su amo y le obedece en amor.

Siervo al servicio de mi Dios, llamado a comunicar su mensaje. Apóstol es todo aquel "enviado" por Dios para su obra. Entonces, vengo a ser un comunicador de su evangelio.

Apóstol destinado a ir a más lugares que los cercanos, dirigido a aquellos que no conozcan la verdad, sin temor de perderme, porque uno no se pierde en el obrar del Señor.

Y apartado, separado de las obras del mundo y de los propósitos de mi carne para acercarme a Dios y dirigirme a sus actos. Directamente hacia el evangelio, hacia la noticia de la salvación.

Hoy empiezo a recordar que mi llamado y mi fe se basa en las verdades del Señor. No quiero olvidarme otra vez de todas las cosas que he aprendido, pero que noto que me falta vivir como debería.

Mi vida debe ser de servicio, de apostolado y de santidad.

Dios nos bendiga en la búsqueda de la vida que Él nos tiene preparada.

Comentarios