Permanecer 4... Amor

1 Jn 4:12
"Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros."

Jn 15:9
"Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor."

1 Jn 4:16
"Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él."


Permanecer en Dios es permanecer en su divinidad también. Hoy, como dicen los versículos de arriba, me interesa reflexionar sobre el permanecer en su amor.

El amor de Dios es único, en primer lugar. Es perfecto en su perspectiva del capítulo 13 de Primera de Corintios. Por otro lado, permanece para siempre.

Nada nos puede separar del amor de Dios, según Romanos, pero nuestros actos  pueden hacer que nosotros nos alejemos de su amor, o que ya no andemos en este amor.

Dios nos dio su amor en muchas formas: desde que nos creó, nos permitió vivir, nos cuida hasta el día de hoy, nos dio la posibilidad de volvernos a Él y, en esta posibilidad, marcó el hito de amor más grande de toda la historia: Jesucristo.

Sin embargo, sólo cuando recibimos el perdón de nuestros pecados en Cristo, podemos ingresar a vivir en ese amor. Ahora bien, este amor se vuelve una forma de vida y nosotros que decimos que somos cristianos debemos vivirla.

El que permanece en Dios ama, porque Dios es amor. Y ama no sólo a los que le aman, porque, ¿qué de especial tendría? Por el contrario, ama a los que no le aman, ama a los que son difíciles de amar.

Y se ama a estas personas, particularmente, porque Dios les ama. Dios dio a su hijo por TODOS, no sólo por aquellos que son fáciles de amar y de predicar, sino, especialmente, por los que son más difícil de amar.

El que permanece en Dios vive en amor. Con sus hermanos en Cristo, cuidando que ellos no caigan por alguna de sus acciones; con los desconocidos, demostrando que el amor de Dios llega para todos; con sus cercanos, honrando primeramente a ellos y siendo reflejo del amor de Dios; con Dios cediendo todo su ser a Él y toda su voluntad a Sus decisiones; y consigo mismo, amando a Dios por sobre todas las cosas.

"Ama a Dios con toda tu mente y todo tu corazón y todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo" va dirigido a aquellos que ya han conocido el amor de Dios. Sólo aquel que conoce a Dios puede amar de verdad.

Es nacido de Dios el que ama, y conoce a Dios.

Si hay algo en mi corazón en contra de mi hermano y no puedo amarlo, entonces no estoy andando como Dios quiere y, obviamente, no estoy permaneciendo en Dios.

Dios nos permita amar como Él lo anhela, para permanecer en Él.

Comentarios