El General está presente

Jos. 3:10
"Y añadió Josué: En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que él echará de delante de vosotros al cananeo, al heteo, al heveo, al ferezeo, al gergeseo, al amorreo y al jebuseo."

Sal. 46:7

"Jehová de los ejércitos está con nosotros; 
    Nuestro refugio es el Dios de Jacob."


Ro. 8:31
"¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?"

El General está en medio del campamento. Es increíble, pero su sola presencia es capaz de despejar todos los temores del batallón.

Si bien no lo vemos con claridad, no es que se esconda de nosotros, sino que todavía no es momento para tenerlo a nuestros ojos. Por ahora, mientras la batalla la mantengamos nosotros sólo podemos saber que, porque el General esté con nosotros, la victoria es nuestra.

Sin embargo, muchas veces olvidamos que el General está con nosotros y caemos en dudas o en pensamientos que no nos ayudan a encontrar la victoria sobre nosotros mismos. Flaqueamos y nos debilitamos al no creer en la seguridad que tenemos en nuestro General.

Si estuviéramos seguros de que nuestro General está siempre cercano a nosotros, no habría posibilidad de fallar, pero no siempre lo estamos. Cuando dejamos de tener eso en cuenta, las fuerzas dejan de estar firmes y las decisiones de vuelven absurdas.

Es ahí cuando debemos volvernos, ver nuestro uniforme y recordar que existe un General detrás de nosotros, en medio de nuestro campamento, dispuesto siempre a oírnos, con el mejor consejo y la mejor decisión.

Además, fue Él el que se encargó de nuestra inclusión en esta armada. El Ejército de la Cruz, completo, ha sido formado por Él y seguirá siendo formado y aumentado por Él.

Y, por último, la victoria sobre cualquier enemigo depende de cuánto entendamos que Él sí obra sobre sus negocios, y nosotros estamos dentro de uno de sus negocios.

Hoy quiero volverme para ver que la tienda de mi General está en medio del campamento. Quiero volver a estar seguro de sus acciones y de sus palabras, para saberme protegido y alentado.

Dios nos bendiga y nos permita recordar que suya es la victoria que nos da día a día.

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