La mente de Cristo: El inicio

1 Co 2:16
"Por qué, ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo."


Parte de la lucha natural del día a día de todo hijo de Dios es el controlar la mente. Es que nuestros pensamientos son, como todos los pensamientos de toda persona, muy fácil de extraviar.

Personalmente, suelo perderme en divagar cosas o alucinar ideas y, si bien en mi carrera necesito este tipo de "facilidad", el poder concentrarse o estar situado en un solo pensamiento es, también, importantísimo; más aún cuando eres cristiano y sabes que muchas tentaciones llegan por no saber dirigir tu mente.

Hoy quise revisar el tiempo devocional de un ministerio en el cual me encuentro, y me propuse, de paso, preparar mi reflexión para el grupo pequeño que lidero, así que caí en cuenta que el tema que se tocó desde el púlpito de mi iglesia me serviría a mío mucho y, espero, a mis chicos también.

Entonces, empiezo con la idea fundamental de que un hijo de Dios tiene la mente de Cristo. Y vaya que, de hecho, he ingresado a este tema muchas veces, pero hoy quiero darme un buen respiro y un estudio más detallado, paso por paso, sobre la mente del cristiano.

Si tengo la mente de Cristo, deberé aprender a dejarla decidir sobre mis pensamientos, entonces. Y, para eso, ya más o menos, me planeé una ruta a seguir para estudiar.

Hoy quisiera quedarme con una oración que se centre en que siempre sea Dios el que me dé un tema y un pensamiento y, si es que tengo la mente de Cristo, como Pablo afirma en 1 de Corintios, entonces podré asirme de esto para pedirle a Dios que me dé el orden para estudiar su Palabra en base a esa misma mente.

Que Dios nos bendiga, y nos permita ahondar en lo que Él desea que aprendamos.

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