Si Dios es el sponsor

1 R. 3:10
"Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto."

Alguien que auspicia es alguien que da cosas a otra persona para que esta última consiga sus objetivos. Así es como las empresas grandes invierten dinero en equipos deportivos o programas de televisión: dan dinero, promueven que estos beneficiarios mejoren su calidad y su marca es impulsada frente a los medios.

Dios quiere auspiciar a sus hijos. Nos da dones y nos permite ser mejores si se lo pedimos. Él es el que debe financiar nuestro campeonato. Y quiere hacerlo.


Salomón había sucedido a David en el trono de Israel. Luego de un gran tiempo de prosperidad, el pueblo de Dios iba a cambiar de gobernante, y a Salomón le tocaba una responsabilidad fuerte: por lo menos, tendría que igualar el reinado de su padre.

Una noche, Dios se le aparece en sueños y le dice que le pida lo que quisiera que le dé; y Salomón pidió sabiduría para reinar justamente sobre el pueblo escogido por Dios.


Dios tiene planes especiales para cada uno de sus hijos. Prepara caminos de bendición y victoria para todo aquel que le busca de todo corazón.

Para Salomón también había un proyecto especial; y, antes de empezarlo, Dios le pregunta a él si es que desea empezar esta carrera con algo en particular.

Cuando Dios nos llama a servirle, Él ya tiene un camino preparado para nosotros. Somos nosotros los que tenemos que aceptar esta senda de la voluntad de Dios para nuestras vidas y aferrarnos a Él para vivirla bajo su misma voluntad, que es buena, agradable y perfecta.

Salomón agradó a Dios en su petición por eso mismo. Siendo joven, había decidido vivir bajo la voluntad de Dios y sabía que, para poder hacerlo bien, necesitaba sabiduría de Dios. Además, tenía al frente al pueblo de Dios, y su responsabilidad era ordenarlo y gobernarlo bien.

¿Por qué Salomón pudo encontrar lo que agradaría a Dios y cuál fue la razón por la que dios le concede más cosas a Salomón?

Antes de que Dios le diera este ofrecimiento, Salomón había estado haciendo sacrificios para Dios. Él dispuso su corazón en ADORACIÓN GENUINA. Decidió buscar a Dios con un corazón humillado y reconociendo que, sin Él, uno es nada.

Y Dios le concedió su petición y más cosas que él no había pedido porque, al buscarle en una adoración santa, Salomón había colocado su corazón en línea con los propósitos de Dios.

Sólo se puede agradar a Dios alineándose a su voluntad. Mi corazón debe arrodillarse frente al único y sabio Dios para entender que dependo de Él y que sólo Él puede darle sentido a mi vida.

Necesito que mi carrera sea auspiciada por Dios y tengo, entonces, que aprender a seguir una adoración genuina y una renuncia a mis decisiones para que sean las suyas las que dirijan mi destino.
Dios te auspicie por siempre.

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