El día de hoy tuve la mala fortuna de encontrarme con un gusano en mi plato de segundo. El huesped no invitado había fallecido, al parecer, durante la cocción de la papa.
No a gusto con el funeral gastronómico inesperado de mi hora de refrigerio, pedí una solución de cristiana sepultura para el pequeño animalito.
La sugerencia la dirijo a quien corresponda, para cuidar de no formar parte de este tipo crímenes en contra de los gusanos y subsanar la elección de los ingredientes a usar en la comida de los trabajadores, no vaya a ser que, sin querer, causemos un disgusto mayor a algún otro trabajador o, lo que sería peor, ser el motivo de una protesta gusanil.
Seguro de que será tomada en cuenta esta petición, quedo de ustedes.
Atentamente, el abogado del gusano
muere gusano muere!, muere gusano muere!, aunque es injusto porque el que estaba comiendo la papa primero era el gusano, eso te convierte en roba papa, que mal chino!!!
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